| 1 | «En aquel tiempo afirma el Señor seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo.» | |
| 2 | Asà dice el Señor: «El pueblo que escapó de la espada ha hallado gracia en el desierto; Israel va en busca de su reposo.» | |
| 3 | Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: «Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad, | |
| 4 | oh virginal Israel. Te edificaré de nuevo; ¡sÃ, serás reedificada! y saldrás a bailar con alegrÃa. | |
| 5 | Volverás a plantar viñedos en las colinas de Samaria, y quienes los planten gozarán de sus frutos | |
| 6 | Vendrá un dÃa en que los centinelas gritarán por las colinas de EfraÃn: ¡Vengan, subamos a *Sión, al monte del Señor, nuestro Dios! » | |
| 7 | Asà dice el Señor: «Canten jubilosos en honor de Jacob; griten de alegrÃa por la mejor de las naciones. Hagan oÃr sus alabanzas y clamen: ¡Salva, Señor, a tu pueblo; salva al remanente de Israel! | |
| 8 | Yo los traeré del paÃs del norte; los reuniré de los confines de la tierra. ¡Volverá una gran multitud! Entre ellos vendrán ciegos y cojos, embarazadas y parturientas. | |
| 9 | Entre llantos vendrán, y entre consuelos los conduciré. por un camino llano en el que no tropezarán. Yo soy el padre de Israel; mi primogénito es EfraÃn. | |
| 10 | »Naciones, escuchen la palabra del Señor, y anuncien en las costas más lejanas: El que dispersó a Israel, lo reunirá; lo cuidará como un *pastor a su rebaño. | |
| 11 | Porque el Señor rescató a Jacob; lo redimió de una mano más poderosa. | |
| 12 | Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión; disfrutarán de las bondades del Señor: el trigo, el vino nuevo y el aceite, las crÃas de las ovejas y las vacas. Serán como un jardÃn bien regado, y no volverán a desmayar. | |
| 13 | Entonces las jóvenes danzarán con alegrÃa, y los jóvenes junto con los ancianos. Convertiré su duelo en gozo, y los consolaré; transformaré su dolor en alegrÃa. | |
| 14 | Colmaré de abundancia a los sacerdotes, y saciaré con mis bienes a mi pueblo», afirma el Señor. | |
| 15 | Asà dice el Señor: «Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto. Es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!» | |
| 16 | Asà dice el Señor: «Reprime tu llanto, las lágrimas de tus ojos, pues tus obras tendrán su recompensa: tus hijos volverán del paÃs enemigo afirma el Señor. | |
| 17 | Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria afirma el Señor. | |
| 18 | »Por cierto, he escuchado el lamento de EfraÃn: Me has escarmentado como a un ternero sin domar, y he aceptado tu *corrección. Hazme volver, y seré restaurado; porque tú, mi Dios, eres el Señor. | |
| 19 | Yo me aparté, pero me *arrepentÃ; al comprenderlo me di golpes de pecho. porque cargo con el oprobio de mi juventud. | |
| 20 | »¿Acaso no es EfraÃn mi hijo amado? ¿Acaso no es mi niño preferido? Cada vez que lo reprendo, vuelvo a acordarme de él. Por él mi *corazón se conmueve; por él siento mucha compasión afirma el Señor. | |
| 21 | »Ponte señales en el camino, coloca marcas por donde pasaste, fÃjate bien en el sendero. ¡Vuelve, virginal Israel; vuelve a tus ciudades! | |
| 22 | ¿Hasta cuándo andarás errante, hija infiel? El Señor creará algo nuevo en la tierra, la mujer regresará a su esposo.» | |
| 23 | Asà dice el Señor *Todopoderoso, el Dios de Israel: «Cuando yo cambie su suerte, en la tierra de Judá y en sus ciudades volverá a decirse: »Monte *santo, morada de justicia: ¡que el Señor te bendiga! | |
| 24 | Allà habitarán juntos Judá y todas sus ciudades, los agricultores y los pastores de rebaños. | |
| 25 | Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados.» | |
| 26 | En ese momento me desperté, y abrà los ojos. HabÃa tenido un sueño agradable. | |
| 27 | «Vienen dÃas afirma el Señor en que con la simiente de *hombres y de animales sembraré el pueblo de Israel y la tribu de Judá. | |
| 28 | Y asà como he estado vigilándolos para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y para traer calamidad, asà también habré de vigilarlos para construir y plantar afirma el Señor. | |
| 29 | En aquellos dÃas no volverá a decirse: »Los padres comieron uvas agrias, y a los hijos se les destemplaron los dientes. | |
| 30 | Al contrario, al que coma uvas agrias se le destemplarán los dientes, es decir, que cada uno morirá por su propia iniquidad. | |
| 31 | »Vienen dÃas afirma el Señor en que haré un nuevo *pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá. | |
| 32 | No será un pacto como el que hice con sus antepasados el dÃa en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo afirma el Señor. | |
| 33 | »Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel afirma el Señor: Pondré mi *ley en su *mente, y la escribiré en su *corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. | |
| 34 | Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: ¡Conoce al Señor!, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán afirma el Señor. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados.» | |
| 35 | Asà dice el Señor, cuyo *nombre es el Señor Todopoderoso, quien estableció el sol para alumbrar el dÃa, y la luna y las estrellas para alumbrar la noche, y agita el mar para que rujan sus olas: | |
| 36 | «Si alguna vez fallaran estas leyes afirma el Señor, entonces la descendencia de Israel ya nunca más serÃa mi nación especial.» | |
| 37 | Asà dice el Señor: «Si se pudieran medir los cielos en lo alto, y en lo bajo explorar los cimientos de la tierra, entonces yo rechazarÃa a la descendencia de Israel por todo lo que ha hecho afirma el Señor. | |
| 38 | »Vienen dÃas afirma el Señor, en que la ciudad del Señor será reconstruida, desde la torre de Jananel hasta la puerta de la Esquina. | |
| 39 | El cordel para medir se extenderá en lÃnea recta, desde allà hasta la colina de Gareb, y luego girará hacia Goa. | |
| 40 | Y todo el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y todos los campos, hasta el arroyo de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos, en la esquina oriental, estarán consagrados al Señor. ¡Nunca más la ciudad será arrancada ni derribada!» | |