| 1 | En el Señor hallo refugio. ¿Cómo, pues, se atreven a decirme: «Huye al monte, como las aves»? | |
| 2 | Vean cómo tensan sus arcos los malvados: preparan las flechas sobre la cuerda para disparar desde las sombras contra los rectos de *corazón. | |
| 3 | Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo? | |
| 4 | El Señor está en su santo templo, en los cielos tiene el Señor su trono, y atentamente observa al *ser humano; con sus propios ojos lo examina. | |
| 5 | El Señor examina a justos y a malvados, y aborrece a los que aman la violencia. | |
| 6 | Hará llover sobre los malvados ardientes brasas y candente azufre; ¡un viento abrasador será su suerte! | |
| 7 | Justo es el Señor, y ama la *justicia; por eso los íntegros contemplarán su rostro. | |