| 1 | No te alegres, Israel; no hagas fiesta como las naciones. Porque te has prostituido: ¡le has sido infiel a tu Dios! que recibes en todos los trigales. | |
| 2 | Ni el trigo ni las uvas podrán alimentarlos; el vino nuevo no tendrá el gusto que esperaban. | |
| 3 | No habitarán en la tierra del Señor; y comerá inmundicias en Asiria. | |
| 4 | No le ofrecerán al Señor más libaciones de vino, ni le serán gratos sus sacrificios. Se les volverá pan de lágrimas; quienes lo coman quedarán *impuros. Tal vez les sirva para matar el hambre, pero no tendrá cabida en la casa del Señor. | |
| 5 | ¿Qué harán ustedes en los dÃas de fiesta, o en las peregrinaciones en honor del Señor? | |
| 6 | Aunque escapen de la destrucción, los recogerá Egipto y los enterrará Menfis. Sus tesoros de plata se llenarán de ortigas, y los espinos invadirán sus carpas. | |
| 7 | Han llegado los dÃas del castigo, han llegado los dÃas de la retribución. ¡Que lo sepa Israel! Es tan grande tu maldad, y tan intensa tu hostilidad, que al profeta se le tiene por necio, y al hombre inspirado por loco. | |
| 8 | El profeta, junto con Dios, es el centinela de EfraÃn, pero enfrenta trampas en todos sus caminos, y hostilidad en la casa de su Dios. | |
| 9 | Han llegado al colmo de la corrupción, como en los dÃas de Guibeá; ¡pero Dios se acordará de sus perversidades y los castigará por sus pecados! | |
| 10 | «Cuando encontré a Israel, fue como hallar uvas en el desierto; cuando vi a sus antepasados, fue como ver higos tiernos en la higuera. y se entregaron a la vergüenza; ¡se volvieron tan detestables como el objeto de su amor! | |
| 11 | El esplendor de EfraÃn saldrá volando, como un ave; no habrá más concepción ni embarazo ni nacimiento. | |
| 12 | Y aun cuando vean crecer a sus hijos, yo los arrebataré de este mundo. ¡Ay de ellos cuando los abandone! | |
| 13 | He visto a EfraÃn y a Tiro plantados en una pradera. ¡Pero EfraÃn entregará sus hijos al verdugo!» | |
| 14 | Dales, Señor �?¿qué les darás? ¡Dales vientres que aborten y pechos resecos! | |
| 15 | «Toda su maldad comenzó en Guilgal; allà comencé a aborrecerlos. Por causa de sus maldades, los expulsaré de mi casa. No volveré a amarlos, pues todas sus autoridades son rebeldes. | |
| 16 | EfraÃn se ha marchitado: su raÃz se secó y no produce fruto. Aunque llegue a tener hijos, mataré el precioso fruto de su vientre.» | |
| 17 | Como no lo obedecieron, mi Dios los rechazará; ¡andarán errantes entre las naciones! | |